Carbohidratos
Los carbohidratos "son uno de los nutrientes principales de los alimentos que comemos, junto a las proteínas y las grasas", señalan Inmaculada Yruela e Isabel Varela-Nieto, autoras del documento Las moléculas que comemos, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
"La mayoría de ellos están presentes en los alimentos de origen vegetal. De manera natural, abundan en los cereales y derivados como el pan o la pasta, los tubérculos (patata, zanahoria), las legumbres (garbanzos, judías, lentejas), la fruta, la leche, la miel o el azúcar blanco". Al ser asequibles y relativamente baratos, su consumo ha estado muy extendido a lo largo de la historia y siguen siendo la base de la alimentación para la humanidad.
Son unas biomoléculas que también reciben el nombre de hidratos de carbono, glúcidos, azúcares o sacáridos; aunque los dos primeros nombres, los más comunes y empleados, no son del todo precisos, ya que no se tratan estrictamente de átomos de carbono hidratados, pero los intentos por sustituir estos términos por otros más precisos no han tenido éxito. Estas moléculas están formadas por tres elementos fundamentales: el carbono, el hidrógeno y el oxígeno, este último en una proporción algo más baja. Su principal función en el organismo de los seres vivos es la de contribuir en el almacenamiento y en la obtención de energía de forma inmediata, sobre todo al cerebro y al sistema nervioso.
Esto se cumple gracias a una enzima, la amilasa, que ayuda a descomponer esta molécula en glucosa o azúcar en sangre, que hace posible que el cuerpo utilice la energía para realizar sus funciones.